El arte de una
fotografía esta en el impacto de realismo que transmite. Porque la fotografía
es realismo, es hacer resaltar lo más bello o lo más dramático de la vida, Es
hacer que los sentimientos más profundos se vean en la expresión de una cara,
en una sonrisa, en unas lágrimas o en una mirada. Es mostrar el dolor en toda
su crudeza y la alegría en toda su grandeza Es acentuar la forma de las cosas y
resaltar la realidad que vemos, sin hacerla ni más fea ni más bonita. Es el
documento que da fe de la verdad que existe, sin retoques, adornos ni efectos
especiales. Nada ha de corregirse, o dejará de ser una foto. Nunca, jamás, debe
confundirse una fotografía con una pintura. La fotografía es pintar con luz, y
la pintura es crear con colores lo que hay en la imaginación del artista, y a
su talento le esta permitido modificar la realidad existente.
En mis tiempos de
fotógrafo, sentía como un fracaso si alguna persona me decía que alguna de mis
fotografías parecía una pintura. Y empezaba a preguntarme a mí mismo en que
había fracasado. Creo que igualmente un pintor ha de sentirse molesto si le
dicen que su pintura parece una
fotografía. Hasta puede que se sienta como una cámara fotográfica por hacer
copias tan perfectas. Hay una línea que separa las dos formas de expresión, y
uno ha de tener claro en que parte quiere estar.
Con la moderna tecnología
digital es imposible no hacer obras de arte hasta con las imágenes más simples. Y
si no se consigue con la cámara, ahí están los programas informáticos para
completar la obra, convirtiendo en imágenes los sueños más fantásticos. Sin
embargo, es una perfección muy fría. El
sentimiento de las fotos esta, precisamente, en su imperfección, en los fallos
del ser humano. Y eso sólo era posible con aquellas viejas cámaras analógicas
que obtenían negativos para la magia del laboratorio.
Mis fotos fueron como
yo quise que fuesen, ni supe ni quise hacer obras de arte. Fui el fotógrafo de
lo más sencillo y simple de la vida, sin más aspiraciones que mostrar la
realidad como yo la veía, sin pensar nunca que esas imágines un día podrían
tener un lugar en la historia de mi tierra.
De no haber tenido dificultades
hablando para explicarle a mi amigo mi opinión sobre cuestiones fotográficas,
no hubiese escrito esta entrada. He
escrito lo mismo que le hubiese dicho de palabra. Esto es sólo mi opinión, y no
pretendo que vaya a misa.
Eres un gran fotografo, lo vemos a diario en tus entradas que nos hacen sentir el pasado con total realismo, sin trampas. Es cierto que hoy la fotografia ya no es lo mismo, se les puede hacer de todo... mi opinion es que ya no se siente como una forma de plasmar una escena concreta si no de modificarla por placer... eso al menos es lo que yo intento. Claro que yo no soy fotografa solo aficionada y para uso particular.
ResponderEliminarBesitos
Diego, tus palabras son altamente expresivas. Resultan una lección necesaria para quienes no entendemos del asunto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Miguel-A.
Tú eres fotógrafo de la vida, tal cual se te presenta. Y eso es muy respetable, Diego.
ResponderEliminarUn abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Mi modesta enhorabuena.
ResponderEliminarTe deseo una larga vida como reportero que además eres un maestro en el arte de expresarte.
Un abrazo.
Juan Conejo
sINCERAMETE SOLO TE PUEDO DECIR ENHORA BUENA Y SABES POR QUE, PERO NO ES EL SITIO.
ResponderEliminarTe dejo ladirecion de mi blog y si quieres dejame tu vorreo electronico.
htt`//mjralonso,blogspot.com un abrazo
Estoy de acuerdo con tu opinión. No me gusta la tecnología que hay ahora, no muestra las cosas tal cual son, y llevan a engaño.
ResponderEliminarDiego te has expresado de manera magistral.
Muchos besos.
Bueno, ahora la fotografía parece más bien la realidad soñada. Hay un exceso de efectos especiales, Trucos y cosas de esas que hacen que todo sea más bonito y colorido de lo que es realmente. El arte esta en lo digital de la cámara o en el programa informático.
ResponderEliminarcampoazul, un beso.
ResponderEliminarNo estoy yo seguro que mis palabras sean el sentir de la mayoría de la gente. Pues, la verdad, siempre he visto las cosas de una forma muy particular, y, hoy, además, con la visión de mi experiencia y la edad de setenta y dos años. Y aunque procuro no quedar rezagado en el progreso, no dejan de perderse algunos pasos.
Miguel A., un abrazo.
Fotógrafo de la vida, sí. No recuerdo quien dijo que fui el notario del tiempo. Es cierto, pasee recogiendo trozos de historias, cosas y personas, que con el paso del tiempo hasta podían convertirse en entrañables recuerdos.
ResponderEliminarMos, un abrazo.
Como siempre, muchas gracias por tus amables palabras y buenos deseos. Con los años y los achaques, sólo he quedado como reportero de recuerdos, pero procuraré que esa tarea dure todavía mucho tiempo.
ResponderEliminarRelatos de la guerra de Ifni, un abrazo.
No sé si la merezco, pero gracias por tu felicitación. Como todo ser humano, también yo soy vanidoso.
ResponderEliminarCon mucho gusto te dejo aquí mi dirección de correo electrónico.
dbdscordero@gmail.com
mjesus, un abrazo.
Antes las fotografías podían dar testimonio de la verdad, sin embargo hoy son poco fiables por la facilidad con que se pueden manipular las imágenes. Se obtienen con mucha facilidad, pocos conocimientos y ningún esfuerzo.
ResponderEliminarion-laos, un beso.
Tienes toda la razón. En mi juventud y la de mi esposo, nuestra afición era la fotografía en blanco y negro.Teníamos nuestro laboratorio para revelar los carretes de películas, íbamos siempre cargados con las maquinas a todos los eventos de la familia, gracias a ello hoy disfrutamos de recuerdos muy bonitos y ellos también.
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarBueno, pues ya tenemos en común la afición por la fotografía en blanco y negro. Entre mis recuerdos estar el ir siempre con una cámara escondida y con carrete de alta sensibilidad para no utilizar el flash y así pasar desapercibido, y las mejores fotos siempre las conseguía de esa manera, por la luz ambiente y por la naturalidad de las personas. Eso sí, con mucho grano si además forzaba en el laboratorio la película.
Marinela, un abrazo.