jueves, 7 de enero de 2010
AEROPUERTOS
Hay tanto peligro en el cielo como en la tierra, y por eso la vigilancia de los aeropuertos. Más difícil que volar es levantar el vuelo. Todas son complicaciones, unas veces el tiempo, otras huelgas de pilotos, otras huelgas de celos, otras que hay menos billetes que pasajeros, otras que la empresa de aviación se fue al cuerno, o que los motores del avión se convirtieron en asador de pájaros, o que los morros del avión hacen un ruido muy raro, como si estuviera muy constipado. Y a esto le añadimos el papeleo, las facturaciones, las ventanillas, la búsqueda de pantallas dándote malas noticias, el arrastre de equipajes, las prisas, las carreras, los altavoces poniéndole música a todo esto, para acabar oyendo el pitido del detector de metales, que siempre pita, yo creo es porque ya lleva uno hinchado los huevos. Hasta aquí eran pitidos, a partir de aquí nuestro cuerpo serrano será fotografiado, sea fotogénico o no lo sea, y si se empeñan en encontrar bombas, bombas encontraran aunque sea confundiendo los pechos de alguna señora. Nos podíamos ahorrar la humillación de pasar por la máquina para que unos empleados nos vean el esqueleto, si total nuestra intimidad ya ha sido mancillada, pues, pasemos en pelotas picadas. Todo por la seguridad, sea. Pero, estarán conmigo, que tal y como se están poniendo las cosas, para volar al cielo lo más rápido, barato y práctico es pegarse un tiro.
Seguro que es el pensamiento de muchos pasajeros.
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Uyssss qué trágico te leo. Que tarde mucho tiempo es esperarnos el cielo; aunque yo creo que iré al infierno ó eso deseo , debe ser más divertido. Tanta santidad, tanta paz y tanta nube celestial como que no me va; me quedo con el calorcito, el jolgorio y demás pecados.
ResponderEliminarEn el último viaje que hice te diré que en el aeropuerto de Zaragoza apenas me miraron pero a la llegada a Bruselas, casi me despelotan porque el pitidito no cesaba. Fuera botas, fuera cinturón (casi se me caen los pantalones), cacheo de la auxiliar por aquí, por allá, juer si al menos hubiera sido un tipo estilo "El Duque" pero.....no! (Broma). Y nada de nada, el pitido continuaba, la señorita en cuestión me dejó por imposible. Y de verdad que mi apariencia es normal....hasta me quitaron mi botella de agua. Aisss y luego va y se les cuela gente con bombas en los calzones.
Un besito, amigo
Todo en beneficio de los pasajeros, sí... jajajja y miran a quien quieren y a quien les da la gana.
ResponderEliminarTotal que la seguridad la tenemos que llevar a cabo los pasajeros, como si quien quisiera hacer algo no lo iba a hacer si le pasa por las narices.
Bueno, pero de eso de pegarse un tiro para ir al cielo, na de na amigo.
Un abrazo hoy y siempre.
Seguridad o derecho a la intimidad y acotamiento de la libertad.
ResponderEliminarTiene que haber otra solución a evolucionar a un estado policial donde todos somos primero sospechosos.
Yo he volado poquito. En uno de los vuelos costo desembarcar media hora. El capitan, pasado el incidente nos contó que se había perdido un motor y no tenían la energia para abrir las puertas hasta que desde tierra les echaron una mano.
Para volar, lo mejor, la imaginación :-)
Saludos
jajajaja , me ha encantado tu post Disancor!!
ResponderEliminarPrimero pedirte disculpas por mi mini ausencia pero he estado tan ocupada que no he tenido tiempo de sentarme ni un minuto al ordenador, (mis trabajos de derecho también se han resentido), aún así he leído los dos posts que me había perdido y los he comentado. Muchas gracias por nombrarme aún estando ausente, todo un honor que me ha hecho mucha ilusión.
Y de los aeropuertos que te voy a contar, que me has hecho sonreir con tu forma de contar una realidad, ahora yo digo como Uno, para volar, la imaginación....
Te mando mil besos aéreos
En fin, este tema tiene que ver con más de lo mismo, violan nuestra intimidad de mil y un maneras, nada importa. Y guarda que tengamos un color oscuro en la piel o algún apellido complicado no burgués ni yanqui...
ResponderEliminarApoyo tu idea Disancor, aunque preferiría que de ser así no quieras volar, mejor así! Sino mi ateísmo y yo deberemos esforzarnos por convencerte de que el cielo es una fábula.
Cariños amigo!
Emibel, también yo tengo todos mis amigos en el infierno, si en algún sitio nos volvemos a ver será allí asándonos como pinchitos morunos. No obstante, siento un gran respeto por las formas de pensar y las creencias, en una palabras, por las persons. Pero, entre nosotros, me alegro que estes en mi bando.
ResponderEliminarUn abrazo.
Desde lo de las Torres Gemelas nos tienen asustaitos. Y por rara y peregrina que parezca una idea acaban imponiéndola para segurdad de los vuelos, dicen. En fin, manda quien anda y cartuchos al cañón.
ResponderEliminaremilio, un abrazo.
Ni siquiera nosotros mismos podemos decidir sobre nuestra libertad e intimidad, eso lo deciden los "jefes", y nosotros a obedecer, y en todo caso, a cabrearnos con eso de los Derechos Humanos.
ResponderEliminarUno, Un saludo.
silver¨smoon, he respirado con alivio por tú presencia. Tú no tienes que pedirme disculpas, soy yo quien tiene que pedirtelas a tí por lo pesado que soy. Siempre me preocupa el silencio y es que tú alegría es mi alegría.
ResponderEliminarUn aeropuerto es una cosa muy seria, sólo por eso yo trato el tema en clave de humor.
Uno tiene razón con eso que dice de volar con la imaginación, pero lo malo es que con eso no se puede trasladar el cuerpo. Una pena.
Ya que va de vuelos, pues, un avión de besos.
Las personas feas, con mal aspecto y nombres y apellidos raros tienen que pasar miedo en los controles de aeropuertos, pues te pueden detener hasta por la cara, por como te mueves, como miras, por la cosa más tonta.Terrible.
ResponderEliminarEn la entrada puse cielo como podía haber puesto infierno, los dos términos me son indiferentes.
Más allá de la vida, la nada y el olvido.
Sol, un beso.