EL HUMO DEL TREN
La locomotora del tren avanza orgullosa resoplando y echando humo. Aquellos trenes de carbón que tantos sueños se llevaron y tantos proyectos trajeron. Hoy piezas de museo, dedicadas a la nostalgia y al recuerdo en la mente de viajeros, artistas y enamorados. De pueblo, bohemios y soldados. Con su música de traqueteo y su silbido de despedida y llegada, se deslizaba por los campos transportando sin discriminaciones a todas las clases sociales. A los buenos y a los malos, a los ricos y los pobres.
Sí, estos son los trenes de mis recuerdos..
Que bueno el tren y la fusión que implicaba.
ResponderEliminarAyer leí tu entrada y la verdad es que me quedé literalmente sin palabras, por eso no te comenté. Sabés que siempre estaré...
Cariños disnacor!
Qué bonitos, verdad? Y el ruido cuando llegaban a una estación.
ResponderEliminarMe encanta viajar en tren, ahora hace muchísimo tiempo que no lo hago y ya no son tan entrañables como los de antes, con sus camarotes de madera, asientos de skay granate, gentes de todas razas sentadas en un mismo banquillo....son recuerdos de niña y lo que me gustaba corretear por sus estrechos pasillos y siempre me preocupaba cuando íbas al baño...jejejejeje pero no voy a decir lo que pensaba que me da corte, soy más tímida de lo que parezco y, como he dicho, son cuestiones de la niñez.
Bonita y entrañable entrada.
Besos, amigo
No conocí este tipo de trenes, para mi desgracia, porque sé que me hubieran encantado.
ResponderEliminarHoy en día no es igual, cuando viajas en tren te da la sensación de ir en metro, con la diferencia que en el tren puedes ir disfrutando del paisaje. Lo cojo con cierta frecuencia y me gusta perderme en mis ensoñaciones mientras el paisaje pasa veloz por la ventanilla.
Mil besos Disancor
Y de sus asientos de madera, y sus compartimentos, y de los bocatas que me preparaba mi madre en viajes de 100 kms que duraban 4 horas, y de sus ventanas que se podían bajar, y respirar el humo que venía y ahogaba y de disfrutar los paisajes y de las antiguas estaciones y de los revisores uniformados y de sus pasillos y de los enlaces entre vagones.
ResponderEliminarEmocionantes recuerdos gracias a tu gran fotografía.
Un abrazo.
Sol, eres un encanto, y no sabes cuanto agradezco tus palabras de comprensión y amistad.
ResponderEliminarMi salud cada día es peor, y me va incapacitando poco a pocoo, pero estoy mentalizado, sabía que esto tenía que ocurrir, sin embargo confio que no quede inutilizado inmediatamente y que pueda seguir aquí. Gracias.
Un beso.
Pues, que no te de corte, y haznos participes de tus pensamientos, tienen que ser simpáticos porque aquellos trenes eran incómodos, pero simpáticos. Viajar en ellos era toda una aventura, donde te encontrabas con toda clase de viajeros resignados a todo, hasta llegar negros del humo de carbón, a su destino.
ResponderEliminarEmibel, un beso.
Yo estuve viajando en tren un tiempo, y en apenas 350 kilómetros tardaba sobre 12 horas. Pero eso sí durante el trayecto se corrían algunas aventuras, se comía, se bebía, se fumaba y hasta se cantaba con los amigos que se hacían. A mi me apasionaban los viajes en tren.
ResponderEliminaremilio, un abrazo.
Seguro que con lo romántica que eres, esos trenes te hubieran encantado. Lugar ideal para soñar. Ahora todo es diferente, el comportamiento de la gente es serio, todo el mundo se mira de reojo, se habla en voz baja, educado, pero poco amigable.
ResponderEliminarBueno, no te disgustes por no haberlos conocido, porque así eres más joven, y no hay que negar que tambíén estos tiempos tienen sus ventajas
silver¨smoon, que tengas un fin de semana muy feliz, muy descando y muy divertido.
Un beso.
Se me olvidó.
ResponderEliminarA todos,
un feliz fin de semana.
Cuanta personalidad contenían los trenes de carbón..
ResponderEliminarFeliz fin de semana!!!
Elizabeth