MEDELLÍN. Tabaco
Medellín, su castillo y sus vegas sembradas de tabaco. Eran los primeros años de la década de los años 70, en los tiempos que el tabaco todavía no tenía tan mala prensa. Hoy, apenas se siembra, ni hay secaderos, ni Centro de Recogida en Don Benito.
Porun momento me he ido a la Medellín de Colombia:-)
ResponderEliminarNo soy antitabaco aunque no fume. Creo qiue hay cosas mucho peores como la droga.
Un abrazo
Una bella estampa la de esta fotografía, Diego.
ResponderEliminarPor lo que yo sé todavía Extremadura es la región donde se cultiva más tabaco. Clero que, igual ha bajado la producción por considerarlo un cultivo que daña la salud.
Y es que el tabaco, se ha convertido en un gran problema para el Estado; más que los beneficios que le reporta en impuestos. Por eso, no tiene buen cartel. Ahora todo pasa por la rentabilidad que ofrezca.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Sigamos conociendo Extremadura a través de las iniciativas de Diego.
ResponderEliminarAunque en la actualidad su presidente es José Antonio Monago, leo en Internet que el que fuera presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, visitó en Rosalejo (Cáceres) las nuevas instalaciones de la cooperativa Tabacoex, que había estrenado en campaña anterior, 59 secaderos comunitarios de tabaco en los que ha empleado biomasa, acogiéndose a las ayudas que para este fin están en marcha de la mano del Plan de Apoyo a los Tabaqueros Extremeños de la Administración regional.
En concreto, esta cooperativa de segundo grado ha realizado una inversión de 2,6 millones de euros en la construcción de estos secaderos que tienen una capacidad para tratar 800 toneladas de tabaco, de los cuales 1,5 millones serán subvencionados por la Junta de Extremadura, a través del citado Plan de Apoyo.
Eso quiere decir que la producción de tabaco continúa en la Región porque es negocio y da de comer a muchas familias contra la corta visión de quienes quieren demonizar el uso del tabaco.
Me gusta mucho la foto: los colores preciosos y la mezcla de las hojas con el el castillo queda espectacular. Respecto al tabaco, me declaro no fumadora de nacimiento; pero, también tengo que decir que el olor de las plantas del tabaco, en perfumería, es agradable (recuerdo un juego de jabones de colores que había en casa cuando yo era pequeña: el de tabaco olía genial).
ResponderEliminarBeszos
¡Se me coló una zeta!!!!!
ResponderEliminarLa foto parece una postal.
ResponderEliminarEl enfoque es muy bueno, teniendo tanta importancia el tabaco como el castillo.
Desconocía yo el dato de la siembra de tabajo en Medellín.
"Nunca te acostarás sin saber una cosas más"
Hoy es seguro.
Un beso.
muy buena la foto Disancor. Me gusta como la tomaste. El castillo presidiendo la gran extensión de hojas de tabaco.
ResponderEliminarYo no he fumado nunca, pero creo que las hojas de tabaco no pueden ser dañinas si son naturales 100%, si no llevan otros compuesto químicos, al igual que tampoco lo es la maría. Claro todos los excesos son dañinos. La prueba de ello es tan simple como tomar mucho café, comer muchos dulces, carne, huevos,...
No sabía que ahí en tu región se sembrara tanto tabaco.
Saludos y un abrazo
¡Qué bonita la fotografía! Y el castillo al fondo inspira historias antiguas.... No lo puedo remediar soy una soñadora jajá
ResponderEliminarEl tema de tabaco ya se sabe que es como les convenga políticamente, ahora no les conviene porque parece ser que el tabaco es el mal de todos los males de este planeta, (nadie más se fija en los gases tóxicos de las fábricas, plantas nucleares, basureros, coches... etc...), y Medellín se queda sin su plantación. Ya ves.
Besitos.
P.D. No soy fumadora.
Perdóname por no aclarar que la foto corresponde a Medellín de España, es además el pueblo donde nació Hernán Cortés, conquistador de México. Es un pueblo chiquito, pero con mucha historia.
ResponderEliminarKaty, un abrazo.
Sí, todavía en algunas partes de Extremadura se siembra tabaco, aunque ya en poca cantidad. En los años que hice la foto, en las vegas de Medellín se producía hasta tabaco rubio. Y estas tareas daban trabajo a muchas personas.
ResponderEliminarMos, un abrazo.
perdona pero el tabaco rubio todavia se sigue cultivando y secando en hornos.
EliminarEl Estado pasa un poco de puntilla con el cultivo y la venta de tabaco. Prohibiciones sí, pero el negocio que no lo toquen. Aquí en esta zona de Medellín se cultivaba mucho tabaco, y ocupaba bastantes peonadas.
ResponderEliminarGracias por tú excelente aportación al tema.
Anónimo, un abrazo.
Pues, coincidimos en el gusto por los colores de la foto. Esa diferencia entre el verde del tabaco y el color rojo quemado del castillo, muy propio del verano en esta tierra. El castillo esta ahí, también llega el verano, pero ya hemos dejado de ver el verde del cultivo de tabaco.
ResponderEliminarMaría, un beso.
Es verdad, el castillo y las hojas de tabaco forman un hermoso conjunto, por la diferencia de colores y lo dispar de los motivos. La foto es historia porque el cultivo en esas tierras ya no es el mismo.
ResponderEliminarMe alegro mucho de haberte ensañado algo.
Daniela Haydée, un beso.
Creo que en esa foto quedó muy bien representada parte de la historia de Medellín y la generosidad de su tierra, en la vista del cultivo de tabaco. Han cambiado aquellos cultivos por otros menos criminalizados por dañinos para la salud.
ResponderEliminarIsa, un abrazo.
Pues, si tú eres una soñadora, permíteme que sueñe contigo, porque también a mi me gusta especialmente la foto de la entrada.
ResponderEliminarMi opinión sobre los fumadores y la contaminación, quedó reflejada en: PROHIBIDO FUMAR DEBAJO DE LA CONTAMINACIÓN DE LAS CIUDADES.
No sólo contamina el tabaco.
campoazul, un beso.
Pues si muy linda la foto. Y ese castillo??...y quien lo contruyo y por que?...que interesante. Tuve la suerte de trabajar recolectando tabaco. En las mañanas te mojas por completo con el rocio de las hojas. Y en la tarde las mismas hojas te pueden cortar. No es facil , pero reconfortante al final del dia cuando te lias unas cuantas hojas...y te las fumas...jajaja
ResponderEliminarHola disan: Cuando hay tantos castillos en estado de abandono vienes a traernos el mejor conservado de la región. Fotos hay muchas pero ninguna con la perspectiva tuya. Naturaleza y arquitectura o historia y cultivo. ¡Ah! no soy fumadora pero no me molesta que otros sí lo sean.
ResponderEliminarUn abrazo
Encantada..., soñemos juntos. es todo un honor.
ResponderEliminarMas besitos.
No conozco la historia del castillo de Medellín. En Extremadura hay muchos, unos restaurados y otros en estado de ruina. El verde del tabaco y el color de la tierra y el castillo, hacen un bonito contraste.
ResponderEliminarGracias por tú visita y comentario.
foton, un saludo.
Es una alegría para mí que una mujer con tú sensibilidad y conocimientos, valore tan positivamente una foto que a mi también me gusta.
ResponderEliminarYo tampoco fumo, pero no me importa que los demás lo hagan. Me gusta ver a mi alrededor a la gente feliz.
Loli Salvador, un abrazo.
Preciosa instantánea. Recuerdo aquellos días en que para llegar a la playa de Medellín a bañarse se pasaba por antiguos edificios de ladrillo rojo, donde dormitaba el tabaco en la sombra, para secarse. Hoy este cultivo está proscrito, pero en otras épocas fue lo que daba de comer a muchas familias.Un abrazo, Diego, y enhorabuena por la foto, como siempre tiene algo que activa los recuerdos mas escondidos.
ResponderEliminarSí, todavía se ven secaderos de tabaco abandonados en los alrededores de Medellín. Como muestra la foto, durante años se sembró mucho tabaco en esas vegas y de ese cultivo vivía mucha gente.
ResponderEliminarGracias por tus palabras.
daniel, un saludo.