Cosas como esta, ocurren. Sin embargo, dudo que lo que relato ocurriera de vera. Vivimos sensaciones que parecen reales. Pero…
No sé si fue real, una pesadilla o un sueño. Fuese lo que fuese, fue muy real la proximidad de la muerte. Pasé momentos terriblemente angustiosos. Empezó por dolerme el brazo izquierdo, en el pecho sentía una opresión que me impedía respirar. Hacía grandes esfuerzos por tomar una boconada de aire y expulsar un poco. Imposible. Se apoderó de mí el miedo y la angustia. Quise llamar a mi mujer, que dormía a mi lado, pero fui incapaz de mover un solo músculo. Pensé en un instante muchas cosas, entonces, lógicas de la situación. Después, cuando las recuerdo, me parecen totalmente absurdas y disparatadas. Y es que ante la proximidad de la muerte dejamos de comportarnos como valientes.
No recuerdo nada más. Dormí bien el resto de la noche. Cuando desperté por la mañana me sentía bien, y no me dolía nada, pero recordé inmediatamente lo sucedido, y no puede dejar de preguntarme si lo que me había pasado era de verdad o había sido una pesadilla. Y aún hoy, después de algún tiempo, no he conseguido verlo claro.
No sé nada de enfermedades. No conozco los síntomas de un infarto, ni de unas anginas de pecho. Nunca me he dejado influir de lo que oigo. No imagino enfermedades, no es fácil sugestionarme, y si alguna vez estoy enfermo, voy al médico, y no hago cábalas sobre el mal que me aqueja. Y por ello, es mucho más extraño lo que me ocurrió aquella noche. Y todavía más preocupante, confundir los sueños con la realidad. Misterios…
Bueno, controla "la patata". Solo te puedo decir que de jovencita, si alguna vez soñé que tenía ganas de hacer pis y soñaba que me lo hacía es que de hecho me lo había hecho o estaba a punto. Esa es mi experiencia, pero yo tengo el consciente y el inconsciente muy ligados, me consta.
ResponderEliminarNo le pasa a todo el mundo, por eso, vigila la patata. Bs.
Tranqui, disancor, lo mejor que podes hacer es ir al medico para hacerte un chequeo. No te preocupes por eso de confundir los sueños con la realidad, pues a unos cuantos nos ha pasado. Abrazo, amigo, te quiero, cuidate.
ResponderEliminarMe ha gustado eso de que ante la proximidad de la muerte dejamos de comportarnos como valientes....no hay verdad mas grande que esa
ResponderEliminarEs posible que fuera un sueño pero yo lo consultaria con tu medico
Un fuerte abrazo
Nunca sabremos si fue sueño o realidad. tal vez una premonición pero hay gente que no cree en eso. Lo mejor es ir al médico y que te hagan un electro para ver cómo anda el corazón.
ResponderEliminarLa verdad es que muchos sueños parecen demasiado reales.
un abrazo de mos desde la orilla de las palabras.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
ResponderEliminar¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Un saludo.
Las cosas del subconsciente, que se quedan grabadas, algo que hablaste o escuchaste durante el día, alguna noticia en la prensa o en la tele, vete tú a saber! No le des más vueltas.
ResponderEliminarMuchos besos Disan.
En mi familia ha habido varios infartos pero... prefiero no tener miedo. Un saludo.
ResponderEliminarCreo que ha sido una mala pesadilla....cuidate...
ResponderEliminarun abrazo
fus
Bueno Diego, yo te sugiero que vayas a un control medico. puede ser un aviso y fue simplemente una pesadilla.
ResponderEliminarQue no te vuelva a pasar.
Un beso.
mariarosa
Dicen que a veces las pesadillas despiertan y luego la realidad no quiere dormir. Míralo como un mal sueño y en el próximo chequeo hazte un electro, si no estás tranquilo.
ResponderEliminarBesos.
Supongo que ha sido una pesadilla de esas gordas, es increíble lo que la mente trabaja por la noche, de día recoge datos y los suelta todos juntos por la noche..., no necesariamente por orden. Tranquilo que si fuera real tendrías síntomas de mañana (eso dicen los que han sufrido algún "percance" como los que dices).
ResponderEliminarBesitos.
No sé qué decir, pero siento que he de decir algo: Deseo que esta historia quede en pura anécdota.
ResponderEliminarUn abrazo.
Miguel-A.
Yo soy de los que piensan que no puede pasarme nada, y que las cosas malas solo son pesadillas. Y con ese exceso de optimismo y confianza ando por la vida. La verdad que hay que estar un poco tonto para pensar así.
ResponderEliminaremejota, un beso.
De todas estas cosas, lo que más me preocupa es confundir sueños y realidad. El no tener claro si las cosas han pasado del mismo modo que las recordamos o, sencillamente, ni siquiera han ocurrido.
ResponderEliminarmarcus, un abrazo.
Sí, es una gran verdad que ante la proximidad de la muerte todos nos arrugamos. Sin embargo, es algo que puede llegar en cualquier momento, pero lo mejor es no pensar en ella, y hasta cierto punto, vivir como si fuésemos inmortales.
ResponderEliminarJuanjo, un abrazo.
La verdad que yo no soy de las personas que cree en premoniciones, si creo en que hemos de ser previsores y dejar descansar la imaginación. Quizás lo solución sea hacerle a tiempo una visita al médico.
ResponderEliminarMos, un abrazo.
Al fin, la vida solo es un sueño, e imaginamos tanto como vivimos. Pero es bueno, en la vida real, saber diferenciar lo que es verdad y lo que es mentira. Y con todo y con eso, en el tema de enfermedades, no siempre llegamos a tiempo.
ResponderEliminarDon Pedro, un saludo.
Al fin, la vida solo es un sueño, e imaginamos tanto como vivimos. Pero es bueno, en la vida real, saber diferenciar lo que es verdad y lo que es mentira. Y con todo y con eso, en el tema de enfermedades, no siempre llegamos a tiempo.
ResponderEliminarDon Pedro, un saludo.
Eso creo yo, que fue algo que vi o que oí y se guardó en la memoria para luego soltarlo en sueño o como pesadilla, de lo que sólo queda un mal recuerdo.
ResponderEliminarion laos, un abrazo.
Pues, en mi familia ni siquiera ha habido muertes repentinas. Es una alegría poder olvidarse del factor hereditario, aunque no es lo mejor morirse de largas enfermedades.
ResponderEliminarMara, un saludo.
Yo suelo tener muchas pesadillas, y algunas terribles. Y esto ha sido una de tantas, y aunque no buena, pero tampoco ha sido de las peores.
ResponderEliminarfus, un abrazo.
Algunas veces estamos más impresionables y es fácil que se produzcan estos miedos. De cuando en cuando nos pasan cosas raras y no sabemos nunca porque nos pasan. Pero, no podemos vivir asustados.
ResponderEliminarmaríarosa, un beso.
Y es que los sueños y las pesadillas son tan reales, que algunas veces no podemos distinguir si lo hemos vivido o lo hemos soñado. Y la verdad que esa confusión también asusta.
ResponderEliminarTeresa, un beso.
Pues, por la mañana no hubo síntomas, sólo el recuerdo de lo que sería un sueño o una pesadilla. Además yo no tengo más problemas de salud que una enfermedad nerviosa en una mente lúcida.
ResponderEliminarcampoazul, un beso.
No me impresiona casi nada, y esto, así lo creo yo, no ha sido mucho más que una anécdota sin importancia. La mente humana es un misterio, y no siempre sabemos porqué pasan las cosas.
ResponderEliminarMiguel A., un abrazo.
A todos, gracias por vuestros buenos deseos y amables palabras.
ResponderEliminarA Don Pedro, perdón porque he repetido la contestación a su comentario.
Fuese una realidad, un duermevela o una pesadilla, había algo real: sentiste la muerte cerca. Por eso, nada de lo que pensases era absurdo: somos humanos y hay reacciones lógicas ante lo desconocido y mucho más cuando lo desconocido es la muerte. Fuera lo que fuese, pasó y, estás aquí, escribiéndolo y leyendo nuestros comentarios: ¡eso es lo importante!!
ResponderEliminarBesos
Hola Disancor, seguro que fue un mal sueño. Aun así no te cuesta ningún trabajo comentarlo con tu medico. Seguro te hará una analítica para ver como estas del colesterol. Es normal que confundamos los sueños con la realidad. Creo que esto nos sucede a todas las personas, no sabemos cuándo dormimos si soñamos o es real. Creo que cualquiera de nosotros ante la muerte, nos volvemos vulnerables, no se trata de cobardía o de ser valiente. Lo desconocido da pánico.
ResponderEliminarSaludos y un fuerte abrazo