La primera imagen que
aún hoy recuerdo y una de las primeras fotos que hice de Don Benito fue esta de
la caseta de bebidas de la estación de ferrocarril, allá por los años 60.
Hola Disancor, una caseta de madera muy sencilla. Parece más bien la caseta de los guarda bosques, o leñadores. Seguro que por aquel entonces fue una novedad esta caseta de los refrescos. Ahí plantada casi en medio de la nada. Saludos y un abrazo
Historia pero historia de verdad, Diego. Me pregunto si aún hay estación de ferrocarril en Don Benito. Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Si te colocas en la actualidad a la altura de la foto no ves ni la silueta de las montañas del fondo que aún están en su sitio, por desgracia ya no existe pero en la mente de muchos calabazones la tenemos presente en la memoria cuando vamos a la estación de ferrocarril que si existe.
Ese tipo de casetas de madera tan destartaladas eran como las señas de identidad de muchas estaciones de ferrocarril en los pueblos. En esta, además, vendía bebidas una señoras menudita, encorvada y muy viejecita. María Rosa Giovanazzi, un beso.
La foto produce la sensación de una soledad agradable, y no es para menos a la vista de la vieja caseta escoltada por las ramas de unos árboles sin hojas recortándose en un cielo gris sucio. Amapola Azzul, un beso
No sé por qué, también a mi me gusta muy especialmente esta foto, quizás será porque fue una de las primeras que hice en Don Benito, hace ya más de medio siglo. Gamar, un saludo.
La verdad que la foto recuerda la escena de alguna de esas películas que vemos del oeste, y esa asociación no deja de darle su encanto. Creo que casetas como esa ya no se ven en las estaciones, porque son más bonitas, más modernas y más cómodas. Katy Sánchez, un beso.
Una mañana, hace más de cincuentas años, llegué en un tren de aquellos que echaban humo, vi esa caseta solitaria, como tú dices, plantada casi en medio de la nada, y decidí quedarme. De ahí el hermoso recuerdo que conservo de aquella primera imagen. Hasta tuve la suerte de poder guardarla en foto. Isa, un abrazo.
Sí, aún tenemos estación de ferrocarril y una estación más moderna, pero el negocio de RENFE también aquí ha decaído. Los trenes de viajeros que tenemos, son de los más normalitos, y lo que han mejorado, es que hace años que no necesitan carbón, ni agua, ni tampoco echan humo. Mos, un abrazo.
Es cierto, en las estaciones de ferrocarril se encontraban cosas muy interesantes de épocas pasadas. Todavía quedan recuerdos en estaciones abandonadas, pero en las reformadas, han dejado algún depósito de agua como testimonio del pasado. Muy pocas cosas. ion-laos, un beso.
La foto tiene impacto, el que produce esa solitaria caseta de madera, y pese a que no es bonita, no se le puede negar un encanto muy especial. También yo le pondría un marco y la colgaría de la pared. María, un beso.
Es verdad, los que vivimos en tiempos de la vieja estación no podemos evitar un recuerdo de nostalgia hacía aquella fea y destartalada caseta, donde alguna vez hemos tomado un café de puchero y copas de licores de garrafón. Las cosas sencillas dejan huellas muy profundas en nosotros. Anónimo, un saludo.
Parece puro campo, tal vez en ese tiempo lo era y ahora cómo está el lugar, imagino que el cambio será enorme.
ResponderEliminarmariarosa
Tiene encanto la caseta, ,me gusta mucho la foto, Enhorabuena, besos.
ResponderEliminarHermosa foto.
ResponderEliminarBucólico, sobre todo si lo comparas con los quioscos de ahora. Nada que ver. Para pintar.
ResponderEliminarBss
Hola Disancor, una caseta de madera muy sencilla. Parece más bien la caseta de los guarda bosques, o leñadores. Seguro que por aquel entonces fue una novedad esta caseta de los refrescos. Ahí plantada casi en medio de la nada.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo
Historia pero historia de verdad, Diego.
ResponderEliminarMe pregunto si aún hay estación de ferrocarril en Don Benito.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Gracias porque es la primera vez que lo veo. Destruir estas cosas, tendría que estar prohibido.
ResponderEliminarBesos Disan.
Es una foto preciosa, puro arte. Es de esas de ponerles un marco y colgarlas en la pared.
ResponderEliminarBesos
Si te colocas en la actualidad a la altura de la foto no ves ni la silueta de las montañas del fondo que aún están en su sitio, por desgracia ya no existe pero en la mente de muchos calabazones la tenemos presente en la memoria cuando vamos a la estación de ferrocarril que si existe.
ResponderEliminarPor cierto la montaña de la margen derecha del fondo de la foto es la sierra de Montánchez.
ResponderEliminarEse tipo de casetas de madera tan destartaladas eran como las señas de identidad de muchas estaciones de ferrocarril en los pueblos. En esta, además, vendía bebidas una señoras menudita, encorvada y muy viejecita.
ResponderEliminarMaría Rosa Giovanazzi, un beso.
La foto produce la sensación de una soledad agradable, y no es para menos a la vista de la vieja caseta escoltada por las ramas de unos árboles sin hojas recortándose en un cielo gris sucio.
ResponderEliminarAmapola Azzul, un beso
No sé por qué, también a mi me gusta muy especialmente esta foto, quizás será porque fue una de las primeras que hice en Don Benito, hace ya más de medio siglo.
ResponderEliminarGamar, un saludo.
ResponderEliminarLa verdad que la foto recuerda la escena de alguna de esas películas que vemos del oeste, y esa asociación no deja de darle su encanto. Creo que casetas como esa ya no se ven en las estaciones, porque son más bonitas, más modernas y más cómodas.
Katy Sánchez, un beso.
ResponderEliminarUna mañana, hace más de cincuentas años, llegué en un tren de aquellos que echaban humo, vi esa caseta solitaria, como tú dices, plantada casi en medio de la nada, y decidí quedarme. De ahí el hermoso recuerdo que conservo de aquella primera imagen. Hasta tuve la suerte de poder guardarla en foto.
Isa, un abrazo.
ResponderEliminarSí, aún tenemos estación de ferrocarril y una estación más moderna, pero el negocio de RENFE también aquí ha decaído. Los trenes de viajeros que tenemos, son de los más normalitos, y lo que han mejorado, es que hace años que no necesitan carbón, ni agua, ni tampoco echan humo.
Mos, un abrazo.
Es cierto, en las estaciones de ferrocarril se encontraban cosas muy interesantes de épocas pasadas. Todavía quedan recuerdos en estaciones abandonadas, pero en las reformadas, han dejado algún depósito de agua como testimonio del pasado. Muy pocas cosas.
ResponderEliminarion-laos, un beso.
La foto tiene impacto, el que produce esa solitaria caseta de madera, y pese a que no es bonita, no se le puede negar un encanto muy especial. También yo le pondría un marco y la colgaría de la pared.
ResponderEliminarMaría, un beso.
ResponderEliminarEs verdad, los que vivimos en tiempos de la vieja estación no podemos evitar un recuerdo de nostalgia hacía aquella fea y destartalada caseta, donde alguna vez hemos tomado un café de puchero y copas de licores de garrafón. Las cosas sencillas dejan huellas muy profundas en nosotros.
Anónimo, un saludo.
Creo que sí es la sierra de Montánchez. En la foto se ve la parte trasera de la caseta.
ResponderEliminarAnónimo, un saludo.
¡Cuanto transmite essa foto!
ResponderEliminarUn abrazo
Que bonita es y la caseta entrañable, en grande se ve perfecta seguro que ahora no se le parece en nada y el lugar es frio.
ResponderEliminarBesitos.