jueves, 21 de enero de 2010

CORREOS




El cartero de la nostalgia.
Si hay una institución con más derecho a un homenaje en el recuerdo, es Correos y Telégrafos, que estuvo siempre al servicio de todos: de pobres y de ricos, de buenos y malos, de gente culta y analfabetos y de enamorados. Transportaban sentimientos, penas, alegrías, esperanzas, amores, hasta condolencias por el pariente muerto, mostrando el pésame en un listón negro en el sobre. Carta de soldados a sus madres o sus novias. Cartas que se leían y se conservaban como valioso tesoro. Unas pasaban de mano en mano o unos labios las leían para toda la familia; otras, las recibía el corazón y el corazón las guardaba. Y el momento de contestarlas era todo un ceremonial de “ponle esto” o “aquello”, después de empezar con aquel sencillo, austero y entrañable: “Querido hijo me alegrare que al recibo de la presente te encuentres bien nosotros bien a dios gracias” Sobran hasta las comas porque era igual que robar los besos. El pariente que sabía era el que escribía la carta, y si no el vecino o el niño que estaba muy adelantado en la escuela, y manejaba muy bien el tintero, la pluma y el papel. La despedida, como el principio, siempre era la misma: “y este que te quiere y que lo es…” y los enamorados ponían círculos y cruces, traducidos por besos y abrazos. Eran las cartas del pueblo, entregadas por unos abnegados carteros, porfiones con una dirección mal puesta o un destinatario desconocido, y que la gente esperaba con el corazón en un puño, en la calle o en la puerta de casa. Y la pregunta: “Hoy tampoco hay nada para mí?” Y el cartero responde, como sintiéndose culpable: “No, no hay nada” Alguna vez llegaba un giro, dinero que aliviaba un poco la penuria de los malos tiempos. “No he recibido carta, ¿se habrá perdido?” Duda que duele. Y los vecinos preguntaban; “¿Has recibido carta de…? Qué dice?”

Las cartas traían alegría, lo contrario de los telegramas, que siempre traían malas noticias, pues era como se les comunicaban las desgracias a los pobres. El telegrama para el pueblo era el anuncio de la muerte. Ponía en antecedentes de desgracias y fallecimientos.. No había un medio más rápido, era el teléfono de la gente sin bienes.

Correos y Telégrafos, mensajeros en otros tiempos de esperanzas y miedos, vaya nuestro más emocionado recuerdo. Aunque vuestra existencia perdura, las necesidades de la gente han cambiado y también las comunicaciones, por lo que, aunque sea doloroso, ya pasáis casi desapercibidos para la gente del pueblo, o estáis en otros menesteres de más importancia y menos sentimientos.

10 comentarios:

  1. Siiiii, es verdad!!!! yo misma he recibido cartas de amor de mi novio cuando estaba en la mili, y me ponía a esperar al cartero ansiosa de su llegada.

    Que tiempos aquellos!!!! que regalo tan grande una carta!!! aún las conservo, son un tesoro.

    Un beso grande Disancor

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  2. Qué dedicatoria más bonita y merecida a los carteros.
    Ahora ya no se escriben cartas, es una pena. Usamos el teléfono, el mail y nos olvidamos de plasmar en un papel en blanco las alegrías y desdichas dirigidas a una persona. La letra de las personas nos dice mucho de cómo son, se leen y releen con ese aroma tan especial del papel.
    Recuerdo las cartas que escribía mi padre con esa perfecta y perfilada letra.
    Y recuerdo las cartas que me escribía mi primer amor desde la mili.uffffff hace muchos años ya de ésto, me las mandaba a casa de una amiga porque era un amor furtivo.
    Recuerdosss y bella generosidad la tuya a los carteros.
    Un beso.

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  3. Uffffffff, que entrada más preciosa!! Me ha encantado y sinceramente me da un poco de penilla que cada vez se escriban menos cartas....
    Me parece mucho más romántico en todos los sentidos, que las nuevas tecnologías. Pero que hay más rápido que un email??

    Un abrazo

    UT

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  4. Y es posible que conserves las cartas escritas a manos, pues tienen el valor del primer novio y, tadavía, tiempos de "mili" Yo lo he ido destruyendo todo. A lo largo de mi vida he escrito y recibido muchas cartas, he mantenido una correspondencia muy interante. Pero hay que ir eliminando recuerdos para seguir viviendo.
    silver¨smoon, un beso envuelto en el deseo de un feliz fin de semana, que te divieras mucho.

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  5. He estado leyendo EL CARTERO DE NERUDA, y me acordé de los carteros españoles y de las cartas que se escribían. El cartero era la persona mejor recibida en una casa, y alguna vez eran ellos los que tinían que leer la cata, porque el destinatario no sabía leer. Había personas que se tiraban una semana sin saber lo que decía, al no encontrar una persona de cofianza que se la leyese.
    Emibel, un beso, y feliz fin de semana.

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  6. Para mí una carta de amor, familiar o de amistad, es obligado que este escrita a mano, sólo así se pueden comunicar dos corazones, la letra de molde me parece bonita, pero sin sustancia sentimental. Tal vez que yo este anclado en el pasado para tener esos pensamientos. Creo que sí, que es así.
    Ut, un abrazo, y buen fin de semana

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  7. Todavía escribo cartas soy una romántica empedernida me cuesta dejar mi vieja y gastada pluma sin rozar el ajado papel

    Ay, amigo una preciosa entrada

    Besines siempre

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  8. Yo, debido a razones de salud, no puedo escribirlas a mano, si no fuera por eso, las escribiría todas. Una carta escrita a mano, tiene, calor, amor, romantismo, en una palabra, siempre entregas algo de tí.
    Silencios, un beso. Que tengas un feliz fin de semana.

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  9. Si el video mató a la estrella de la radio... que no es verdad, pues el email dejo al correo para asuntos comerciales, propagandas, revistas y bancos, pero bueno, todo sea por las nuevas tecnologías, aunque no deja de ser triste.

    Un abrazo.

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  10. Es el progreso. No son tiempos de sentimentalismo, somos más prácticos, y con los medios que hay a nuestra disposición podamos hacer hasta milagros.
    emilio,un abrzo.

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