sábado, 17 de marzo de 2012

Por todas las cosas que se ve que están pasando, educar hoy a los hijos parece que no es fácil. Muchos padres desearían educarlos de otra manera, pero han de hacerlo como es públicamente correcto, aún viendo que esa forma no da los mejores resultados. Y se ven las pruebas en la escasa autoridad que tienen los mayores sobre los niños y los jóvenes, Las cifras de falta de respeto y malos tratos a progenitores, hermanos y demás familiares, van en aumento, y no digamos a los compañeros y profesores en los colegios. A causa de la moda de los tiempos, la autoridad, da la impresión que la tienen los menores.

A los niños hay que rogarles obediencia, y hacer tratos bajo las condiciones que pongan ellos. A los padres no les esta permitido perder los nervios y dar un cachete para evitar males mayores, porque tiene a mucha gente vigilándole y que le condenarán antes que lo hagan los jueces. Hijos que amenazan con denunciar a los padres, y hasta acaban haciéndolo, y no siempre con motivos ciertos. Por un cachete el denunciado puede acabar en la cárcel. O por calumnias o por puro capricho. La administración y las leyes protegen al menor aún teniendo en cuenta antecedentes y comportamientos poco sociables.

De la impresión que los padres no son de fiar para educar a sus hijos, que las leyes, las administraciones y la sociedad les están diciendo continuamente como no debe hacerlo. Y todo, a pesar que el modelo es un fracaso: por malos comportamientos en casa, malos en el colegio, delitos y conductas antisociales.

La sociedad y el modelo de familia han sufrido un gran cambio en estos últimos tiempos. Ya nadie esta seguro si hace bien las cosas, y los menores perciben esa inseguridad y titubeo para imponer autoridad. Ante esa falta de decisión es más cómodo convertirse en colegas de los hijos, y entre colegas no caben castigos. Al fin, las órdenes las acaban dando los más pequeños.

Pese a la dureza de la educación en mis tiempos, yo nunca me he sentido traumatizado. En estos, cualquiera diría que los traumatizados son los padres.

¡Qué recuerdos más queridos los de aquellas madres que castigaban con la zapatilla!

17 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Es verdad que hay gente que se echa las manos a a cabeza en cuanto oye la palabra "cachete" (también es verdad que muchos lo hacen de cara a la galería). Esta palabra, no es sinónimo de maltrato, Dios nos libre, pero sí de reprimenda. A mi también me dió mi madre algún que otro "zapatillazo" y lejos de traumatizarme, lo recuerdo con humor, sin contar lo mucho que la quiero y lo agradecida que la estoy por la educación que me ha dado.

    Un abrazo y gracias por tu visita.

    ResponderEliminar
  2. Por alguna razon el ser humano escoge los extremos....sin percatarse que la virtud esta en medio.
    un abrazo

    ResponderEliminar
  3. UNA CARTA DE LOS HIJOS A SUS PADRES.
    ES PARA RESPONDER A TU ATINADA ENTRADA.
    * No nos deis todo lo que pedimos. A veces pedimos para ver hasta cuanto podemos coger.
    * No nos gritéis. Os respetamos menos cuando lo hacéis, y nos enseñáis a gritar a nosotros también, y no queremos hacerlo.
    * No nos deis órdenes. Si en vez de órdenes, a veces nos pidierais las cosas, nosotros lo haríamos más rápido.
    * Cumplid las promesas buenas o malas. Si nos prometéis un premio dádnoslo. Pero también si es un castigo.
    * No nos comparéis con nadie. Especialmente con nuestros hermanos o hermanas. Si nos hacéis sentirnos mejor que los demás, alguien va a sufrir. Y si nos hacéis sentirnos peor que los demás, seremos nosotros quienes suframos.
    * No cambiéis de opinión tan a menudo sobre lo que debemos hacer.
    Decidid y mantener esa decisión.
    * Dejadnos valernos por nosotros mismos. Si lo hacéis todo por nosotros, nunca podremos aprender.
    * No digáis mentiras delante de nosotros, no nos pidáis que las digamos por vosotros, aunque sea para sacaros de un apuro. Nos hacéis sentirnos mal y perder la fe en lo que nos decís.
    * Cuando hagamos algo malo, no nos exijáis que os digamos por qué lo hicimos. A veces ni nosotros mismos lo sabemos.
    * Cuando estéis equivocados en algo admitirlo. Y crecerá la opinión que tenemos de vosotros, y así nos enseñaréis también a admitir nuestras equivocaciones.
    * No nos digáis que hagamos una cosa si vosotros no la hacéis. Nosotros aprenderemos siempre de lo que vosotros hagáis, aunque no lo digáis, pero nunca haremos lo que digáis y no hagáis.
    * Cuando os contemos nuestros problemas, no nos digáis “no tenemos tiempo para bobadas”, o “eso no tiene importancia”. Tratad de comprendernos y ayudarnos.
    * Y querednos y decídnoslo. A nosotros nos gusta oíros decírnoslo. Y aunque vosotros no lo creáis necesario, decídnoslo.
    EL DIA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS DEL NIÑO ES EL 20 NOVIEMBRE.------TODOS TENEMOS DERECHOS Y DEBERES.------

    ResponderEliminar
  4. Totalmente de acuerdo. Yo he echado mano de la zapatilla alguna vez (poca) y no estan traumatizados. No es facil educar, se aprende educando, se predica con el ejemplo ante todo y Hay que educar la voluntad en los chiquillos. La disciplina, los horarios hay que respetarlos.
    No todo vale,
    Un abrazo y buen finde

    ResponderEliminar
  5. Como corriamos para que no nos alcanzara la zapatilla, jajajaja, y aquí estamos, pero ahora, buffff, así ha pasado con los profesores, todos de baja por depresión y los padres estamos que no sabemos, a trancas y barrancas vamos pasando los días, probando de una manera u otra. Yo doy gracias porque mi hijo es un niño tranquilo y solo son las cosas de la adolescencia que ya va dejando atrás. He creado con él una gran confianza y eso da mucha seguridad, pero soy su madre, los colegas sus amigos.

    Buen finde Disan muchos besos.

    ResponderEliminar
  6. Tan solo desear mucha paciencia, buena voluntad y fortuna a los educadores. Personalmente soy amiga de mano no dura, durísima desde el principio y por supuesto rubricado con ejemplario. Dicen que tengo fama de exigente, sin embargo mis hijos dicen no haberse enterado de tal exigencia..... riendas de seda, siempre, hasta que dejan de necesitarlas y respeto mucho respeto en ambas direcciones. Bs.

    ResponderEliminar
  7. Cuanta razón tienes, hoy día los padres tienen la mano muy blanda, la mayoría son padres viejos. Acostumbrados a estar solos, cuando deciden tener hijos, rondan ya la cuarentena.
    A esa edad pocas ganas tienen de levantarse de noche o de educar. Es más fácil consentir al niño y darle todo los caprichos.
    No soy partidaria del maltrato, sea infantil o del adulto, pero si en enseñar disciplina y responsabilidad desde temprana edad, que es cuando se aprende.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  8. La verdad que habría que distinguir entre lo que es mal trato a los niños y un inofensivo cachete, que dado a tiempo nos puede evitar algún disgusto en el futuro.
    Muy agradecido por tu visita y comentario.
    Teresa, un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Así es, vamos siempre de extremo a extremo. En el pasado el trato en la educación de los niños era más bien duro, ahora, sin embargo, es excesivamente blando.
    Gracias por tú visita.´
    Mery Larrinua, un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Pues, según esa carta, y con la que los mayores estamos de acuerdo, la mejor forma de educar a los niños es el ejemplo, pero, qué pasa si eso falla..? Desde luego, del cachete hay que olvidarse, pueden castigarte sólo por nombrarlo.
    Vivimos tiempos de inseguridades y de eufemismos. Las cosas no se dicen aunque se piensen, y cuidado con llamarlas por su nombre.
    Anónimo, un abrazo.-

    ResponderEliminar
  11. Creo que ya no tanto, pero antes eran las madres las que más trabajaban con los hijos, y no pocas veces tenían que recurrir al cachete o a la zapatilla, y sin embargo, eran las más queridas de la casa. Es lógico que el cachete como mal trato este castigado, pero no se debería afear tanto cuando es una medida educativa.
    Katy, un beso.

    ResponderEliminar
  12. Así debe de ser, siempre madre y con toda la autoridad, aunque algunas veces duela imponerla. Los amigos y colegas que se los busquen de su edad y en la calle. Creo que no es bueno ser demasiado blando con los hijos. Eso sí, pendiente de sus necesidades.
    ion-laos, un abrazo.

    ResponderEliminar
  13. Yo pienso que la inseguridad de los padres daña la educación de los hijos. Las órdenes se dan después de pensarlas mucho, pero una vez dadas, ya no hay marcha atrás. No vale eso de sí, pero no.
    emejota, un beso.

    ResponderEliminar
  14. Es verdad que la edad de los padres influye mucho en la educación de los hijos. Los padres mayores miran más para si mismos. Pero, de todas formas, no existen reglas precisas para que los hijos tengan siempre un buen comportamiento. Hay que cruzar los dedos para que no se tuerzan.
    Marinela, un saludo.

    ResponderEliminar
  15. Si, es cierto que los menores están sobre-protegido hagan lo que hagan, de modo que van a su libre albedrio, a mi me pone de los nervios cuando veo en la tele a menores que matan o maltratan a otros menores o mayores y salen casi impunes porque las leyes son de lo mas injustas.
    Pero tampoco me parecía bien lo que se hacia antes en algunas familias, que maltrataban a los hijos (lo mismo que hoy hacen los hijos con los padres). Parece que no hay un término medio…

    Besitos.

    ResponderEliminar
  16. Hola Disancor, cuánta razón tienes. Ahora los padres han perdido la forma de educar a los hijos. Supongo que es muy difícil educar en el respeto. También he de decir que antes en algunas familias, o centros no se tenía respeto, si no, miedo.
    Creo que deberían sacar un libro en donde dijera como educar a los hijos. Y como esos hijos han de respetar a los padres y demás personas. Creo que hoy día, la sociedad no está muy cualificada en su comportamiento. De Hecho los que los gobiernan no son un buen ejemplo. Y no hablo de este gobierno, sino de todos y lo corruptos de algunas personas que lo han integrado. Y es posible que los chicos estén creciendo en el engaño, en la falta de ética de los que nos gobiernan, tal vez ellos en su cabeza piensan, que la fuerza, el robo y el engaño son como se deben de comportar. Si la máxima autoridad que son los gobernantes se comportan así, por qué ellos no van hacer lo propio y faltar el respeto.
    Saludos y un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  17. Como diría don Emilio Calatayud, juez de Menores de Granada:
    "Hemos pasado de ser los esclavos de nuestros padres para ser los esclavos de nuestros hijos..."
    Y cuanta razón tenéis ambos, querido Disan!!
    Pero me temo que somos una "generación bisagra", somos la generación que debe conjugar el que no haya exceso de autoridad con el exceso de complacencia.
    Por no querer que nuestros hijos pasasen por algunos extremos demasiado exigentes que nos hacían pasar nuestros padres (y que terminaban con el consabido "Por que lo digo yo y punto" ); les hemos ido cediendo muchas licencias a los niños, los estamos sobre protegiendo y algunos terminan siendo egoistas, otros caprichosos y los más, maleducados.
    Yo creo que la educación a los hijos requiere de cierta dosis de autoridad, o de, al menos, ciertos límites.
    No comprendo a esos padres que dicen ser amigos de sus hijos.
    Porque como también dice don Emilio Calatayud:
    "Si yo soy sólo amigo de mi hijo, le estoy dejando huérfano de padre"...
    No te digo que volvamos a la época de las zapatillas voladoras que con tanto acierto y maestria manejaban nuestras madres en general.
    Pero sí deberíamos volver a la enseñanza basada en la educación, en los límites y, en definitiva, basada en valores.
    Un saludo querido Diego, me encantó saludarte el otro día, un placer siempre charlar contigo����
    I.R.M.

    ResponderEliminar