Hace unos años los
hijos metían a los padres en residencias, asilos, centros de salud, o los
olvidaban en las gasolineras o en los parques. Eran aquellos buenos tiempos de prosperidad,
derroches, trabajo y vacaciones. De buenas relaciones con empresarios, banqueros y hosteleros. Los viejos no
daban buena imagen, además estorbaban cuando ya estaban tan inservibles, que no
valían ni como criados, recaderos o niñeros de sus nietos. Entonces las parejas
jóvenes, ni por dinero querían cuidar viejos. Para justificarse alegaban
razones de espacio o de trabajo.
La gente ganaba
dinero, y todos los españoles se sintieron miembros de la clase media. Los
bancos contribuyeron a que todo el que lo deseara se instalarse en esos sueños.
Daban mucho más dinero del que pedías y
más de lo que necesitabas. Nunca la gente pobre ha tenido más amigos en los
bancos ¿? Y cómo se podía pensar que un amigo iba a traicionar la confianza de
otro amigo? Y hasta que no empezaron a despertar del sueño, no se enteraron que
habían sido engañados, que los bancos no eran tan generosos como habían
presumido. Que les habían hechos contraer deudas para toda la vida, hasta para
la de sus descendientes. Y cuando acabaron de despertarse se encontraron en las
listas del paro, y los agentes judiciales y la policía ejecutando las órdenes
de embargos y desahucios de aquellos bancos amigos de los buenos tiempos. .
Y al fin, los viejos
empezaron de nuevo a ser útiles. Útiles sus casas, las que pudieron salvarse de
la voracidad de los bancos, y sus míseras pensiones. Los hijos se los disputan,
y, desgraciadamente, no siempre por cariño. Y a los ancianos se les saca de las
residencias, y con sus mermadas fuerzas y sus escasos ingresos, hacen frente a
la crisis más terrible para los pobres, que es la del paro. Ese drama terrible
que sufren muchas familias. Pero, parece que lo más imparte es salvar los
bancos. Hablar mucho de macro economía. Del
beneficio de importantes empresas. De recortes y más recortes…De medidas y más medidas...
Pero…¿sin consumo se
puede crear trabajo?
Y en tanto la
situación mejora, el viejo con su pobre
pensión ha de ser el sostén de familias enteras de parados.
Yo tampoco lo entiendo, es como el mundo al revés, es un caos, un desconcierto y un pánico generalizado...
ResponderEliminarBesos Diego.
Hola Disanor, hace un tiempo que estoy alejada del mundillo de los blogs, pero hoy he entrado por casualidad, y al leerte, algo muy fuerte me ha empujado a contestarte.
ResponderEliminarTienes parte de razón en lo que dices respecto a lo de llevar a los mayores a una residencia, pero creo que así actúa la minoría. Hace poco días, con todo el dolor de mi corazón, me he visto obligada a ingresar a mi madre en una, y charlando con familiares de otros residente, he comprobado que a la mayoría les ha sucedido lo que a mí, y todos, todos hemos sufrido al tener que tomar dicha decisión.
Es cierto que en la actualidad algunas familias están viviendo de la pensión de los padres, pero también lo es que algunas hemos dejado de trabajar por atenderles a ellos.
Disculpa que haya personalizado el comentario.
Un abrazo.
Ufffffffff, Disancor un tema muy peliagudo.
ResponderEliminarDesgraciadamente qué razón tienes con lo de los abuelos que se los abandonaba para irse de vacaciones, los bancos que dieron el oro y el moro. Todos ignorantes nos dejamos engañar, o se dejaron engañar porque yo no pedí ningún crédito para nada. Y ahora los abuelos son los que mantienen a toda la familia porque las vacas flacas llegaron. Qué egoísta somos los humanos, cuando no nos hacen falta los abandonamos y ahora los recuperamos para que nos saquen las costillas del fuego.
Saludos y un fuerte abrazo
Una cosa es tener a una persona mayor (padre, abuelo, tío) en una residencia y otro es "abandonarlo" en la residencia (todo esto sería otro tema a tratar, y que conste que yo de momento no tengo a nadie). Bien es verdad que por desgracia hay que pedir ayuda a los abuelos, bien dándonos un plato de comida porque haya miembros de la familia en el paro, o bien cuidando de los nietos porque cuesta mucho pagar una guardería y tampoco llegan los sueldos, si los hay. Es una pena que los últimos años de una vida se pasen con tanta precariedad y tanto sufrimiento por ver a los hijos y nietos en esta situación.
ResponderEliminarEl futuro siempre es incierto, pero en esta época de tanto desatino, mucho más.
Besos y buena noche.
Puede que la solución de la crisis este en hablar mucho de ella, y de las grandes cifras de la economía, y del dinero para los bancos, y de recortes, y de ver como nos asustan un poco más... Y sin embargo sobre el drama humano se pasa como de puntilla. Es una situación de locos.
ResponderEliminarion-laos, un beso.
Tiene que ser muy doloroso para algunos hijos dejar a los padres en una residencia, y yo creo que en casi todos los casos. Es el sacrificio que nos piden los tiempos modernos. Pienso que eso de abandonarlos es la excepción a la regla, pero hay que reconocer que esa excepción se ha dado y se dará muchas veces, desgraciadamente.
ResponderEliminarLamento que á tí también te haya afectado tener que tomar una decisión tan dura.
JARA, un abrazo.
Ha habido muchos padres que se quedaron sin sus viviendas por avalar el dinero que bancos y financieras daban a los hijos, y cuando lo perdieron todo, se refugiaron en la miserable pensión de los viejos. La situación en nuestro país es terriblemente dramática, y sin esperanza, por lo menos a corto plazo, y con muchas dudas a largo.
ResponderEliminarIsa, un abrazo.
Ojalas los jóvenes de hoy puedan ayudar a sus hijos con sus pensiones de trabajadores jubilados, porque eso quiere decir que han podido trabajar y el sistema de pensiones no ha quebrado, o incluso, puedan disfrutar de su vejez en una residencia. La situación esta muy fea, pero esperemos que nuestro pesimismo se deba sólo a que nos tienen asustados.
ResponderEliminarTeresa, un beso.
Efectivamente tienes toda la razon.Asistimos atonitos al esopectaculko de que toda una familia tenga que subsistir a costa de la misera pension del pobre anciano que creo yo ya ha trabajado bastante toda su vida para encima que tambien le saqueen en lo poco que tiene...me pregunto cuando tocaremos fondo
EliminarUn abrazo
Es cierto, ya no se abandonan viejos en las gasolineras. Ahora te lo llevas a casa o te vas con ellos para seguir manteniéndote como cuando eras joven. Qué lástima, Diego, que sea por motivos económicos y no por cariño y apego familiar.
ResponderEliminarQué triste que unos pensionistas tengan que dar de comer a hombres hechos y derechos pero sin trabajo.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Amigo Diego: te leo y copio tus asertos, para subirlo al otro blog; ya sabes, ese para tu homenaje.
ResponderEliminarSiempre aciertas con los temas que tocas, pero el de hoy es sangrante.
Los políticos, por una parte, se reúnen para establecer las condiciones en que se moverá la macro-economía mundial y de otra, los muy idiotas y para tratar de arreglar su extraña "situación", se reunirán en breve para la gran pitada y así disfrazar su fracaso.
A todo esto, es posible que los dioses que mueven la economía, se estén tronchando de risa a la espera de ver cómo y cuando se lía una buena.
Oyendo tantas palabras de los genios de la economía, y viendo los pésimos resultados, es lógico que dudemos si vamos por el buen camino. Quienes tienen dinero y buenos trabajos, pueden esperar sin prisa que se supere la crisis, pero..., ¿y los demás? Comer hay que hacerlo cada día.
ResponderEliminarDe cuando en cuando paso por tú blog homenaje, y la verdad que me da alegría ver las entradas que vas dejando y lo bien cuidado que lo tienes. Gracias.
Veterano, un abrazo.
Que bien lo dices. Los viejos dieron su vida al trabajo y se empeñaron para que sus hijos estudiaran, luego, cuando ya no sirven, al geriátrico.
ResponderEliminarNo me asombro, aquí pasa igual. He cuidado de mis padres hasta su último día y no me arrepiento, al contrario, estoy orgullosa de haberlo hecho.
mariarosa
Por un lado, hablas del abandono de las personas mayores. Es muy triste. Conozco un par de casos lamentables (que, además, son bastante frecuentes): el hijo que menos cuida a sus padres es el que más ha obtenido de ellos y en una pareja, cuidar a la madre de ella y llevar a la de él a una residencia.
ResponderEliminarPor otro, la terrible crisis que lleva a situaciones como la de tener que vivir de la pensión de los abuelos (que, además, suele ser bastante magra). Y esa incertidumbre de que tus hijos tal vez no puedan vivir de la tuya. ¡Qué decir a esto!
Besos
Nunca se puede preveer cual será el final de nuestras vidas. Y da miedo pensar en la posibilidad que sea la de un viejo abandonado. Esperemos que el destino nos depare mejor suerte.
ResponderEliminarmaríarosa, un beso.
Yo no me hubiera atrevido a decirlo, pero es muy cierto eso que dices de "cuidar a la madre de ella y llevar a la de él a una residencia" Son las razones de la vida las que llevan a obrar de ella manera. El problemas esta en el abandono de muchos mayores cuando ya no son útiles. Y es triste que algunos, la única utilidad que tienen es la de sus pobres pensiones.
ResponderEliminarMaría, un beso.
Bueno, seguro que las personas mayores se sienten orgullosas de contribuir con sus pensiones al sostenimiento familiar, lo lamentable es que algunos de estos parientes tratan a los ancianos con exigencias y malos modos. Se oyen algunos casos.
ResponderEliminarJuanjo, un abrazo.
Sí, es una pena que a las personas mayores se las quiera tener por necesidades económicas y no por cariño. Antes se les abandonaba por comodidad, ahora se les quiere tener sólo por dinero.
ResponderEliminarMos, un abrazo.
Desde que los mayores no son pozos de sabiduría y conocimiento porque para eso está Internet, no interesan para nada.
ResponderEliminarY como bien dices solo interesan sus posesiones como antes, ahora y espero que mañana cambie:-(