DON
BENITO. Entre las personas conocidas o populares de décadas pasadas del siglo
xx, es justo que figuren Julián y
Antonia, y la humilde taberna que durante tantos años regentaron. A ellos, a la sencillez y a la amabilidad, sea
el homenaje del recuerdo.
Uno de tantos negocios, que supongo familiares y que hoy van desapareciendo en favor de marcas y franquicias. Saludos.
ResponderEliminarLindo homenaje. Buen fin de semana .
ResponderEliminarmariarosa
Un merecido reconocimiento a estas personas, con esta foto tan entrañable y bonita.
ResponderEliminarSaludos.
Eran muy conocidos y se les tenia mucho aprecio,la taverna, si no me equivoco creo estaba al principio de la calle Ancha.
ResponderEliminarUn abrazo,Diego.
ResponderEliminarSí, era un negocio familiar que atendía el matrimonio y donde los clientes eran como parientes con la confianza de viejos amigos.
Pedro, un saludo.
En otros sitios solo se hacen homenajes a la gente importante, en mi espacio se le dedica a las personas, y no a las categorías. Merecido tienen el recuerdo Julián y Antonia.
ResponderEliminarMaría Rosa, un abrazo.
Solamente por haber conocido personas tan entrañables como Julián y Antonia, bien mereció la pena vivir aquellos tiempos de tantas calamidades y estrecheces.
ResponderEliminarAnónimo, un saludo.
Sí, la taberna estaba en un parquecito al principio de la calle Ancha. El sitio fue famoso por las bogas asadas al calor de un brasero de picón y aliñadas con un toque especial.
ResponderEliminarPeter, un abrazo.
Bonito homenaje. muy buena la toma.
ResponderEliminarSaludos y abrazos fuertessssssssssss
Sí Diego, la taberna de Julián era famosísima por la mejores bogas que yo haya comido nunca y de cuya taberna fui un asiduo cliente en la década prodigiosa y la siguiente. Un día requerí a su hijo mayor para que me diera la receta y no, esa receta iría con él a la tumba. Sí se ofreció, sin embargo, a preparármelas cuando yo quisiera.
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