lunes, 1 de septiembre de 2014

ALGO PARA CELEBRAR

No desaprovechamos ocasión de montar una fiesta para celebrar algo, aunque no siempre el motivo este justificado. Porque bien pensado, es una burla que la victima de un nombre feo monte una juerga para celebrar un santo con el que se pasa la vida avergonzado. Tanto, que para disimularlo le quita sílabas, hasta que es un desconocido para todo el que no estuvo en el bautizo.

¿Y lo de seguir celebrando el cumpleaños cuando ya se es viejo? ¿Qué celebramos, qué este año tenemos más achaques que el año pasado, y que nos queda menos tiempo para curarlos? Lo que de verdad sería motivo de celebración, es si se detuviera el tiempo, además en el momento más feliz de nuestra vida. Y como este milagro no es posible, lo mejor es no recordar que somos tiempo y consumismo tiempo.  Y malo, malo cuando dejamos de consumirlo.


A pesar de todo, sea acertado o no lo sea, hemos de estar contentos de celebrar muchos cumpleaños. Y los aniversarios que vienen después de los cumpleaños, que los lloren y los recuerden otros.

4 comentarios:

  1. "Descubriremos que, por muy duro que sea nuestro día a día, siempre hay algo que celebrar. Y tomaremos conciencia de que el simple hecho de estar vivos, aquí y ahora, es ya una auténtica fiesta".
    Lo he copiado de Internet pero viene a propósito de tus palabras.
    Un abrazo amigo Diego.

    ResponderEliminar
  2. Dijo alguien que la ciencia se ha equivocado al conseguir alargar la esperanza de vida por el final: lo que tenía que haber hecho es alargarla por el medio.

    Mientras tanto, atengámonos a las sabias palabras de San Pablo a los corintios: "Comamos y bebamos, que mañana moriremos".

    Un abrazo, D. Diego.

    ResponderEliminar
  3. Es verdad, el solo hecho de estar vivos ya es motivo sobrado para montar una fiesta, y olvidarse de los pequeños detalles y del futuro que nos espera, así las penas no se sufren hasta que llegan. La imaginación es más bien pesimista.
    Juan Conejo López, un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Si no alargar, por lo menos detener el tiempo entre los veinte y los cuarenta años. Aunque en estos tiempos, con tanto paro juvenil sería muy complicado. En fin, disfrutemos hoy de lo que tenemos.
    Me gusta contestar comentarios, pero me estoy quedando solo. No tengo con quien ampliar tema. Por esta y por otras muchas cosas igual de importantes, agradezco tu visita.
    El villano en su rincón, un abrazo.

    ResponderEliminar